Octubre de 2012

Unimos nuestra oración a la de toda la Iglesia, para rogar al Señor a través del Apostolado de la Oración y de sus miembros, por la unidad de todos los Cristianos, a la vez que compartimos el sufrimiento de tantos hermanos nuestros que entregan su vida, simplemente por defender su fe. Es una situación que a todos nos debe interrogar y no limitarnos sólo a condenarla. 
 
Comienza la ordinaria vida apostólica del APOR en todos su grupos y ponemos al día nuestros compromisos personales exigidos por los Estatutos del Apostolado de la Oración. Subrayamos de forma muy especial las Intenciones del Santo Padre y de la Conferencia Episcopal Española, los primeros viernes de mes, las reuniones mensuales, la oración personal y los compromisos sociales y caritatívos.